viernes, 26 de septiembre de 2014

¿Qué es el fenómeno Cougar? Mujeres maduras en busca de hombres más jóvenes.

La palabra cougar es un término inglés que literalmente significa puma, y se utiliza como adjetivo para denominar a las mujeres mayores de treinta años que desean mantener encuentros amorosos/eróticos con hombres unos diez años menores que ellas.

 Las características de una mujer cougar podrían ser las siguientes:

·         Mujer mayor de treinta años.
·         Busca relaciones con hombres unos diez años menos, piensa que estos van a ser más atentos y que serán más vigorosos en la cama.
·         Cuida su imagen y apariencia física, aunque no desea parecer una joven de veinte años. Cierto miedo a la vejez.
·         Es independiente emocional y económicamente.
·         Confía en sí misma y parte de las experiencias de su pasado, se siente orgullosa de tal.
·         Desean sentirse poderosas dentro de la relación amorosa.

La mujer cougar desea tener el control de la relación y mostrarse independiente, utilizando la experiencia y confianza en sí misma para ser la parte dominante de la relación. Este fenómeno parece que ha ido creciendo en las últimas décadas, gracias entre otros factores a la independencia económica de la mujer.

¿Qué opina la psicología evolucionista al respecto? La psicología evolucionista basa sus postulados en la creencia de que el pasado del ser humano, en su evolución, marca el quienes somos ahora, a través de diversas adaptaciones, físicas y psicológicas acaecidas desde la época prehomínida, apoyándose en las ideas de Darwin sobre la selección natural y la selección sexual[1].

Para gran parte de los evolucionistas el cortejo lo llevaba a cabo el macho y casi siempre con hembras que solían ser más jóvenes que él, la explicación plausible que argumentaban era que el símbolo de juventud y de belleza iban ligados y que cuanto más joven fuese la hembra (siempre a partir de la menarquía o primer estro, según  humano o animal) mayor reproductividad tenia esta y mayores serían las probabilidades de perpetuarse genéticamente. Los evolucionistas no tenían en cuenta otros factores que no fuesen la reproductividad y la fuerza de los genes a la hora de buscar pareja.

¿Qué ocurre en la actualidad? Parece que la mujer empieza a tomar el mando, soterrando dichas ideas evolucionistas. La independencia económica de la mujer ha promovido que esta pueda ser más libre para seleccionar pareja, ya no necesita un hombre maduro a su lado que le asegure el pan para ella y para sus hijos.

Otra variable es la visión actual del sexo como búsqueda de placer y no como simple hecho reproductivo. El sexo no es solo reproducción y genética, la mujer actual desea disfrutar del sexo por sentir placer, como una forma de expresarse, de sentirse libre e independiente, por ello empiezan a desear hombres más jóvenes a los que tienen como más vigorosos, dulces y dependientes (mitos modernos o creencias erróneas por las que se piensa que los hombres mayores pierden su potencial sexual a causa de la propia vejez).


En definitiva el fenómeno cougar parece que debe su existencia a factores como la independencia económica de la mujer y a una visión de la sexualidad mucho más amplia que la de la mera reproducción, refutando ciertas ideas evolucionistas por las cuales era el hombre el que buscaba mujeres más jóvenes con el objetivo de asegurarse una descendencia sana y suficiente.


[1] Selección natural: supervivencia del más apto. Selección sexual: rasgos presentes en las especies que aparecen por competencia sexual, para atraer al otro miembro a la cópula. Ejemplo clásico: la cola del pavo real, esta parece ir en contra de la selección natural, pues una cola tan grande entorpece la huida del depredador, pero sin embargo las hembras se sienten atraídas por los colores y belleza de este rasgo, por lo que los ejemplares con colas de  mayor tamaño y coloridas tienden a reproducirse con mayor facilidad.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

¿Qué es la autoestima sexual?

En gran medida la salud y bienestar del ser humano se basa en mantener una autoestima equilibrada. Hay una gran variedad de definiciones sobre esta, pero diversos autores parecen tener claro que la autoestima es una valoración personal que puede ser positiva o negativa, de aceptación o rechazo, donde el principio esencial de la sana autoestima es el de aceptarse a uno mismo amparándose en otro
principio, el de realidad.

 Para el filósofo y psicólogo William James (1963) la  autoestima es: “el valor de los sentimientos hacia uno mismo”.

Para que la autoestima se desarrolle de manera adecuada hay que atender a dos aspectos fundamentales:

 Vinculación: mantenemos vínculos importantes con otras personas (estas personas son importantes para nosotros)  y a la vez nos sentimos importantes dentro de estos vínculos (dichas personas nos hacen sentir importantes).

Singularidad: nos sentimos especiales por ciertas características que poseemos, que nos hacen diferentes y únicos, siendo abalado por la aprobación de los demás, pues estas cualidades son visibles para ellos. 

¿De qué se compone la autoestima?

Parece que la autoestima se nutre de la suma de otras sub-autoestimas, es decir poseemos apartados de la vida donde cada uno lo valoramos positiva o negativamente (relaciones interpersonales, trabajo, familia, etc.). Podemos tener una alta autoestima familiar si somos considerados buenos hijos y a la vez una baja autoestima en nuestras relaciones de pareja si nos consideramos un desastre como novio/as y la suma de todas estas sub-autoestimas dan como resultado una valoración final en nuestra autoestima general o global.

Por ello ¿podemos hablar de la existencia de una autoestima sexual? ¿De qué se nutre o sustenta esta? Si apoyamos la propuesta de las diversas sub-autoestimas, podríamos decir que en el terreno de la sexualidad también el ser humano posee una autovaloración positiva o negativa de su sexualidad, basada o sustentada en las diversas experiencias de vida relacionadas con esta, de las creencias y valores que hemos aprendido a través de la educación de nuestros padres y sistema educativo, de lo que aprendemos a través de la educación informal (amigos, compañeros de trabajo, internet) junto con lo que opinamos de nuestro cuerpo. La suma de todas estas variables nos conducirán a unos valores, pensamientos y conductas concretas a cerca de la sexualidad en general y de nuestra sexualidad en particular.

Por todo ello podemos definir autoestima sexual como la valoración positiva o negativa, de aceptación o rechazo de nuestro cuerpo, desempeño sexual e intimidad, basándonos en el aprendizaje de valores y creencias y experiencias previas vividas, desde una perspectiva subjetiva.

Así pues podemos tener una autoestima sexual positiva y aceptada o negativa y rechazada. Para la psicóloga Silvia Russek poseemos una autoestima sexual negativa cuando[1]:

  • Rechazamos nuestro cuerpo y/o nuestros genitales.
  • Calificamos negativamente nuestro desempeño sexual.
  • No nos atrevemos a probar nuevas conductas o lo hacemos a pesar de nuestro disgusto.
  • Nos cuesta trabajo hablar claramente sobre lo que nos gusta y lo que nos disgusta, lo que queremos hacer y lo que no queremos.
  • Nos preocupa tanto tener un buen desempeño sexual, que podemos tener algunos problemas como la falta de deseo, de orgasmo, problemas de erección, en los hombres, etc. e incluso puede llevarnos a evitar las relaciones sexuales.
  • Podemos tenerle miedo a la intimidad.
  • Interpretamos negativamente o como rechazo, cualquier comentario de nuestra pareja.
Todas estas circunstancias van a dificultar que vivamos una sexualidad sana, equilibrada y beneficiosa para nuestra salud emocional, por lo que debemos cuidar este aspecto tan importante de nuestra singularidad humana, pues si somos felices en el ámbito sexual, repercutirá en nuestra autoestima sexual y por ende  redundará a favor de una mejor autoestima global, por lo que mantendremos una vida más saludable y feliz.



[1] Datos hallados en: http://www.crecimiento-y-bienestar-emocional.com/autoestima-sexual.html

DELIRIOS Y LOCURA

DELIRIOS Y LOCURA

Delirios y otros problemas

Bienllegados a la pagina donde todos vuestros delirios serán recompensados con miradas de incomprensión y rechazo amable.
Nos movemos incesantemente por sendas incautas, ataques de locura anonimos y vulgaridades encendidas por el alcohol de cualquier cantina.
No vengo a vender nada de valor ni a regalar una sonrisa verdadera, vengo para quedarme sentado mientras tu disfrutas de la ignorancia de los demás.
Vengo para quedarme sentado entre tus historias de a media tarde, para escucharlas, leerlas y enmudecer al ver que todos somos tan parecidos, tan complejamente simples.....
Me siento y te escucho. Sientate y escuchate. Sentemonos a escucharnos.Escuchame si puedes.