viernes, 16 de noviembre de 2012

La actividad física y el sexo. Posibles causas del sadismo y el masoquismo.

La idea principal a desarrollar es la siguiente: La agresividad y el contacto físico en juegos o actividades deportivas en edades tempranas puede suscitar las primeras sensaciones de excitación sexual. Hecho que de adultos puede llevar a la persona a tener instintos sádicos, pues alberga en su inconsciente una sensación de excitabilidad sexual ante la agresividad, la lucha y los deportes de contacto.

Sigmund Freud (1856-1939)
Freud en sus ensayos sobre la teoría sexual nos dice “muchos individuos nos han comunicado que los primeros signos de excitabilidad de sus genitales aparecieron durante un cuerpo a cuerpo con sus compañeros de juego, situación en la cual, además del esfuerzo muscular general, actúa el contacto de la piel del niño con la de su contrincante” y añade “En la producción de la excitación sexual por la actividad muscular se hallará quizás una de las raíces del instinto sádico. Para muchos individuos la conexión entre la lucha y la excitación sexual codetermina la posterior orientación preferida de su instinto sexual”.

Puede que las primeras situaciones de agresividad, lucha y actividad física produjeran una excitación sexual de corte inconsciente o incluso consciente, hecho que quedará fijado a modo de condicionamiento en la época adulta y cuando esta persona es sometida por su objeto sexual de forma agresiva, puede sentirse excitada, el llamado masoquismo[1], o a la hora de someter al otro, el conocido sadismo[2]. Por lo que de adulto una persona que se sintió excitada de pequeña ante la lucha o el cuerpo a cuerpo (por ejemplo una persona que desde niño practicaba algún tipo de lucha como Karate o Judo) puede que albergue en él ideas masoquistas o sádicas en cuanto a la excitación sexual. Y como el mismo Freud afirma, toda persona sádica puede hospedar en sí una parte masoquista, donde necesite recibir daño físico y a la vez proporcionar dolor en el otro para conseguir una excitación sexual enérgica.

Pero no necesariamente toda persona que en la niñez se sintió excitado por el contacto físico agresivo, de adulto deba albergar ideas eróticas masoquistas o sádicas, pues otras variables pueden estar en juego para inhibir o estimular esta conducta, como por ejemplo una predisposición genética hacia estas tendencias o por otro lado, sentimientos de culpa surgidos en la infancia por una educación familiar que incitaba al menosprecio del menor, tanto cuando hacia las cosas mal como cuando las hacia bien, este menosprecio continuado, puede promover en el menor un sentimiento de culpa que de adulto desea solventar pidiendo o consintiendo ser agredido para alcanzar una excitabilidad sexual máxima, puesto que es una manera de acallar su sentimiento de culpa a través del castigo que a la misma vez provoca redención y excitación. O mantener una conducta sádica, asestando daño al objeto sexual para sentir el placer de la excitación, pues puede redimirse de su pasado perturbado infringiendo un daño en el otro y satisfaciendo así su necesidad de culpar a los demás y sentir a la vez satisfacción sexual.

Estas son posibles causas del sadismo y el masoquismo en la edad adulta, provenientes de las primeras experiencias de la infancia, pues estas marcan al niño y transforman al adulto.  Por último, no debemos considerar estas conductas como perturbaciones, si son ocasionales y están dentro del juego amoroso de la pareja y no dañan realmente a nadie, puesto que la sumisión y la dominación son dos fantasías sexuales comunes en hombres y mujeres. El trastorno surge cuando la única manera de alcanzar excitación sexual aparece con estas conductas perturbando las relaciones sanas sexuales/amorosas y además turbando negativamente a la persona que las padece puesto que en realidad desearía excitarse de otras muchas formas pero no puede.

Todo juego sexual incluso con toques perversos puede ser tolerado y sano mientras no se dañe la dignidad de ninguna de las personas que están participando.

Bibliografía:

Freud, S. (1983) El yo y el ello. Tres ensayos sobre teoría sexual y otros ensayos. Madrid: Ediciones Orbis
Datos sobre sadismo y masoquismo en Diccionario Psicológico, Proyecto Salón Hogar, disponible en: http://www.salonhogar.net/Diccionario/diccionario_psicologico_R_S.htm



[1] Masoquismo: Trastorno psicosexual en el que la excitación sexual se consigue a través del dolor físico o la humillación infringida y/o solicitada por un miembro de la pareja a otro.
[2] Sadismo: Trastorno psicosexual en el que el sujeto obtiene placer del acto de infringir dolor y humillación a otra persona para satisfacer sus deseos sexuales.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Muy bueno tu artículo.
Buena recopilación del tema oríginal de Freud y una explicación muy clara.

eloy rovera dijo...

excelete!!!!! muy buen planteo teorico!!! saludos desde Cordoba ,Argentina!!

DELIRIOS Y LOCURA

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Delirios y otros problemas

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