viernes, 23 de octubre de 2009

Si tuviera una buena historia te la contaría.

Comenzaron una amena charla de lo verde que había crecido el suelo por aquel barrio, en ese instante Julio levanto su mano derecha y metió su dedo índice y anular en las cuencas de los ojos de su amigo miguelito y el dedo gordo lo introdujo dentro de la pequeña boca Miguelera y se dispuso a lanzarlo como bolo, eso a Miguelito le pilló de sorpresa y de isofacto perdió el conocimiento y el DNI, no pudo lanzarlo muy lejos y se dio cuenta que debía ir mas al gimnasio para intentar ligarse a Yoli la recepcionista coja, pero altruista. Solo fue un día al gimnasio porque Yoli en verdad no trabajaba y ni siquiera se llamaba Yoli, eso sí tenía un mostacho que nadaba en la abundancia, así que era un mostacho feliz. No te lleves a engaño porque en verdad era Julio el que tenía aquel mostacho acertado. Le dio muchas vueltas a la cabeza y en ese instante supo que pondría un negocio que se llamaría igual que su mostacho: Induráin, pero al final el negocio se llamó EL MOSTACHO FELIZ. Desde que lo abrió le iba muy bien pero no vendió ni un solo producto ya que como solo se le ocurrió el nombre, en tres años no supo de que tipo iba a ser su negocio, así que si pasabas por su puerta podías ver a Julio sentado de pie, pues no tenía ni un solo mueble, mirando nervioso y esperando a que entrara su primer cliente. Por aquel entonces no sabía si poner un negocio de chicles o de sugus y tres años más tarde tuvo que cerrar la empresa por insolvente. La moraleja que sacó de todo aquello era que debía afeitarse el bigote y que nunca más se enamoraría de la primera chica que le sonriese.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Como burbuja

Se desarmó y clavó sus pupilas dentro del tarro de las pequeñas dudas que se transforman en agrias sospechas de cómo se pudo llegar hasta allí si no lo conoció antes. Se desarmó y no estaba preparado para ello, más bien no esperaba que cada tornillo cosido enérgicamente a su piel pudiera haberse derretido como miel en el asfalto de agosto de la ciudad más calurosa del lugar más caliente del centro de la tierra, pero esos tornillos parecieron burbujas de un bote de jabón, tan débiles e indefensos a merced del viento castigador y quedó desnudo y no del tipo de desnudos que escandalizarían a la anciana ávida de escena pseudoeróticas de las que ya no podía disfrutar y solo le quedaba el recuerdo amargo de lo poco que aprovechó su cuerpo cuando aún estaba de buen ver y por ello solo podía quejarse agriamente ante aquel espectáculo nudista, no fue este el caso porque por fuera seguía vestido y la anciana ni se percató de su presencia, se quedo desnudo por dentro, como si despojaran su corazón de la mas calentita bufanda invernal, como si sus riñones ya no tuvieran aquellos calzoncillos de algodón suaves y abrigadores, como si se diera cuenta de un ridículo extremo y su piel se tiñera de rojo vergüenza, quedo desnudo al pensar, por culpa de lo que aquella conexión neuronal provista de dopamina y serotonina con mezclas de distintos tipos de fragancias feromonitorizadas, en aquello tan oscuro y traumatizante, quedó paralizado, tembló, murmuro palabras inteligibles, solo conocidas por las hadas de la rumiación parlante y por fin miró al frente la vio acercarse a él con su sonrisa perfecta, la intuyo cuando le dio dos besos y en ese instante supo con quien quería pasar el resto de su vida y solo le detuvo el miedo paralizante que es sentir que quizás algún día ella se despediría sin regalarle esa sonrisa que llevaba un tiempo disfrutando, pero ese miedo no impidió aquella noche que soñaran abrazados una vez más junto aquella ventana de sueños que nunca se convertirían en pesadillas.

DELIRIOS Y LOCURA

DELIRIOS Y LOCURA

Delirios y otros problemas

Bienllegados a la pagina donde todos vuestros delirios serán recompensados con miradas de incomprensión y rechazo amable.
Nos movemos incesantemente por sendas incautas, ataques de locura anonimos y vulgaridades encendidas por el alcohol de cualquier cantina.
No vengo a vender nada de valor ni a regalar una sonrisa verdadera, vengo para quedarme sentado mientras tu disfrutas de la ignorancia de los demás.
Vengo para quedarme sentado entre tus historias de a media tarde, para escucharlas, leerlas y enmudecer al ver que todos somos tan parecidos, tan complejamente simples.....
Me siento y te escucho. Sientate y escuchate. Sentemonos a escucharnos.Escuchame si puedes.